Nigromancia al silencio.

En presencia de las ausencias
convoco al silencio,
conjuro ideas,
hechizo su voz.

Invoco recuerdos presos
de alma añeja,
sueños agazapados en el futuro,
a la presente frustración...,

De ellos bebo el elixir,
llego al éxtasis,
me solarizo;
entonces apago el frío,
entonces mato al silencio
con el silencio mío.

Macario Rodríguez

Despojo de su antifaz al alma,
salta un rostro destrozado,
labios remojados en lágrimas,
pérdidas,
telequinesis vana,
ideas.

Ojos proveedores de teorías
asesinas de deseos,
semen de muerte,
aljaba de rutinas,
máscaras.

Sueño
compraventas
de sentimientos.

Mi capital:
la razón en ataúd,
un antifaz sin rostro
y ganas de sentir.

Macario Rodíguez

¡LO FATAL!

BROTE DE SAL INOCENTE CAUSE, SOLEDAD MULTIPLICADA
CREANDO UN MUNDO PARALELO AL REAL
HOGAR EN MEDIO DE LO INHÓSPITO
¿OYES LA VOZ? RESPLANDECIENTE GRIETA
LA CALLE ES UN HABITANTE MÁS, UN SER QUE HABLA
EN ESTA LOBREDAD DONDE ME ENCUENTRO.
DESEO OLVIDARME, OLVIDARME DE TU VOZ.
DOLOR UBICADO AL LADO, AL COSTADO
TIRÓN DESNIVELANTE; CRUJE Y PUNZA
OBSERVANDO TU SILUETA EN MEDIATINTA
ALEJÁNDOSE, LLEVANDO CONSIGO MI COSTILLA.

Rafael

La cascada se precipita en el río
y el paraje sombrío oculta la verdad.

El torrente va del si al no
Y viceversa,
Con su ritmo, con su tono.
con su impulso arroja
íncubos y súcubos
fecundando dudas y misterios
de conocimiento, de ignorancia.

Mientras, en la pequeña barca
avanza el inocente pescador,
al lugar que eligió
para encontrarse consigo
y sus fantasmas.

Macario Rodríguez

De la Pasión (soneto)

a C y M
¿Qué será del aliento, de la pasión sin dueño?
¿Destino extralimitado en noche violentada?
Consumida piel, cuerpo, alma toda acalorada
agitada, aferrandose a la cama sin sueño.

Sin descanso, exenta de promesa de dueño
Me vuelvo cuerpo anudado en cama traspasada
cuerpo fantasma con piel de ausencia, proyectada
axenta yo en ti, soy agonia libre de sueño.

Las palabras como sentencia sonando reales
provoca la renuncia, dolor de pez mi boca
secando de drama la garganta de estos males.

denuncio a la muerte en fuego, al verdugo, soga
y horca señuelo fin al goce, la boca nombrándoles.
Acto de vida en manos, sangrado que provoca.

Rafael

"Atardecer"

Sutil movimiento de los instantes apretándose en las horas
Un viaje un recorrido en la memoria, al tiempo que fue,
que se supone y sobrepone: Anhelo.

Rafael

I
Ahora siento que me tomas a carcajadas
en el tumulto del soliloquio en la ventana,
viajo de noche procurando no verte,
algo dentro de mi se las ingenia para encontrarte...

transformandome en piel de ave dispuesto a nidar en tu vientre;
cubro al sol con un dedo,
sus rayos maldicientes tiranos desaparecen...

Atí noche purpurea,
helada sombra del recuerdo olvidado-frustrado
Atí noche de sueños
Atí nadie te tapa.
Viajo de noche entonces
sacudiéndome el cansancio incorporado de tí
transformandolo en sonrisa de sol silente.

II

Tengo ganas de odiarte
acariciar al insomnio hasta que duerma y se agasape en la oscuridad
¡ahí el rincón donde esta tu cuerpo, pudriéndome los pensamientos!

Ganas de decirte hasta mañana
que ese mañana muera, no tenga tiempo
renunciándote.
Renunciando a tu cuerpo al insomnio donde estas.

Ganas de que se me caiga el tiempo mas tú,
logres salir por los poros
por la grieta de los sentidos, como vapor de agua
nidando en otro cuerpo...
oscuridad.

III

Se de amores que se escapan en la noche
de cuerpos que deambulan como zombies
arrastrados por la música,
implorando deseando... llegar al último esfuerzo.

Se de brisa matutina
del canto de la cigarra en dias julianos
de cielo azúl y agua encharcada.

Se de viento y fuego
la tibia sensación de tu voz como comienzo
ventoza voz ¡tu ventoza voz!
se de amores y de cuerpos
sensaciones
caricias
pelliscos
mordiscos
movimientos
se de entregar el cuerpo
de ofrecerlo en momentos para acostumbrarte
mientras yo me ausento
en el auxilio de lo incierto.

Rafael

Estoy hecho de sueños

Como se pierde el día
con la noche,
y se funden apenas tocándose;
así mueren mis sueños
en la triste realidad,
pero sin un crepúsculo
que los dignifique.

Macario Rodríguez.

Mi Arrullo

La bandada de palomas
en la plaza se congrega,
remonta el desierto,
va y viene,
juegan y revolotean.

La más pequeña no.
Solo mira con alegría.
Ha encontrado su oficio:
la contemplación.

Yo soy la más pequeña de las palomas.
Con mi arrullo canto historias
a las personas que amablemente,
me dan de su pan.

Si una noche

Si una noche la imaginación me trae a ti,
proponte firmemente no contarlo.
Si alguien lo sabe, pensará que me amas.
Si nadie se entera se podrá repetir.

Si una noche sientes dos corazones en tu pecho,
imagina que uno es mio;
que se quedó contigo por contagio
durante el día que me diste.

Si una noche despiertas llorando,
sabe que esas lagrimas son mías;
por las cosas que pudimos compartir
y quedaron en el limbo de las promesas.

Pero si una noche no me recuerdas,
imagina que soy otro, que me acabas de conocer
que yo morderé otros labios
y en ellos te encontraré.

Macario Rodríguez

Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio