Poesía del taller

EN LA NIÑEZ , CUANTOS DIAS FELICES

Aspiro tu nombre
en 2 segundos;
se disuelve
y la sangre hierve.

Cada letra
reactiva el cuerpo,
lo sublima
lo hace etéreo.

Ablanda la cordura
que mastico
en horas eternas,
hasta que
el dolor anuncia
la abstinencia.

Terco junky
me cuelgo del desvelo
ante la urgencia
de dividir en líneas
tu apellido.

Me gusta el silencio
como aura,
parte etérea del humo
de cigarro,
zona roja de un sueño lúdico
zona erógena de una noche de sexo

Canción en una noche de viaje
con letras para suicidas.
Inspiración para un poema violento,
plagado de enferma nostalgia.

Me gusta el silencio
de la triste mirada,
en la fotografía inerte,
en la palabra escrita
en su blanco reverso.

aunque desespero ante
el silencio de tu ausencia.

Rehén
de alma
madreada,
torturada

Noches enteras
flagelado con caricias,
y en las llagas
la miel dolor
de las palabras

Apuntas el cañón
de tus labios
en la sien,
soy cadáver/olvido
cuando disparas.

Cuando dos hombres riñen por causa de una mujer, ésta se apresta a separarlos. Cuando dos mujeres pelean por un hombre, éste les provee de armas.