Me sabes a basura

I
Bajas por mi mente como un recuerdo hecho con cenizas,
te deslizas entre mis ojos tanteando oscuridad,
te acoges a los recovecos de la memoria
como basura de días de viento sin agua,
y mi plaza, que de ti esta sola, está bien.

Tomo la vida por el mango
y con ella golpeo lo que quede por partir,
hasta que el viento arrojado por un motor en marcha
te levante y te pierda de mi vista…

No te echaré de menos,
pues he muerto más veces de las que creí,
y me he acostumbrado.

Estoy aprendiendo a barrer.

II

Ayer vi sin querer (o queriendo, ¿que se yo?),
a una mujer que cambiaba sus vestidos.

No te extrañe…,
hasta que terminó.
Me picó entonces el insecto de la libido, y me lancé a buscar remedio.
Encontré la fragancia destilada del elixir de la vida
por una hora…,
sin preguntar.

(Y sigues bajando por mi cabeza hecha cenizas.)

Rescaté de ese fuego la humedad de un sinfín de ideas antagónicas.
En mi odre, guarde una porción para el largo viaje que me esperaba
sin mi, y peor…,
sin ti.
No te extrañe…,
hasta que se agotó.

Un día despertaré sin saberte y sin saberme,
entonces no sabré si sabes a qué sabes,
Y si lo sabes,
no me importará.
Macario Rodríguez

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio